
Por Nuris Poma, Investigación-acción IPDRS
El viernes 23 de mayo de 2025 se llevó a cabo el cuarto conversatorio virtual sobre cooperativismo en Bolivia, esta vez centrado en las cooperativas de ahorro y crédito, su capacidad de inclusión financiera y su aporte al desarrollo territorial desde una mirada comunitaria y solidaria.
Organizado por el Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) con el apoyo de We Effect, el evento forma parte de una investigación en curso sobre el cooperativismo en Bolivia, y se enmarca en la conmemoración del Año Internacional de las Cooperativas 2025, declarado por las Naciones Unidas.

Fernando Mompó Siles, Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Sagrada Familia R.L., realizo un análisis crítico del contexto regulatorio y los desafíos de sostenibilidad que enfrentan las cooperativas que ingresan al sistema financiero formal. Destacó que estas cooperativas han sido esenciales para llevar servicios financieros a lugares donde el sistema bancario tradicional no llega, especialmente por su capacidad de constituirse con poco capital y su orientación a responder necesidades colectivas.
Sin embargo, señaló que bajo supervisión de la ASFI (Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero), se les exige cumplir con estándares técnicos, de infraestructura, seguridad y digitalización similares a los de la banca, lo cual pone en riesgo la sostenibilidad operativa de muchas cooperativas pequeñas. Estas no cuentan con los recursos necesarios, pese a prestar servicios a miles de personas excluidas del sistema financiero tradicional.
También subrayó la debilidad gremial del sector cooperativo, que carece de una representación sólida que dialogue en igualdad de condiciones con el Estado, a diferencia de actores como ASOBAN o FINRURAL. Esta ausencia limita su capacidad de incidencia política y técnica.

Javier Prieto Nagel, Gerente General de la Cooperativa San Martín de Porres R.L., compartió la experiencia de esta institución con alrededor de 22 mil socios y presencia en cinco departamentos. Resaltó que su crecimiento se ha basado en eficiencia operativa, reinversión de utilidades e incorporación de tecnología sin renunciar a los principios solidarios del cooperativismo.
Destacó que la cooperativa ha logrado implementar una hoja de ruta digital, permitiéndoles alcanzar más de 104 mil transacciones digitales en abril de 2025. También mencionó que la inclusión de mujeres en su estructura directiva ha sido clave: el 80% del Consejo de Administración y el 40% del Comité Gerencial está compuesto por mujeres.
Enfatizó que las cooperativas también deben incidir en la educación financiera de sus socios, especialmente en sectores con bajo nivel de escolarización o alfabetización digital. La cooperativa diseñó una guía práctica y sencilla para facilitar el uso de sus plataformas digitales entre comerciantes y personas adultas mayores, lo cual generó buenos resultados.

Guillermo Sánchez, parte del equipo de esta investigación, encargado del análisis de las cooperativas de ahorro y crédito, compartió una reflexión integral del sector. Destacó que estas cooperativas tienen un gran potencial de transformación social, no sólo por su alcance territorial, sino por su estructura organizativa que prioriza la democracia, la educación y la inclusión.
Resaltó, la necesidad de visibilizar los resultados de estas cooperativas, representando con 41 entidades de las 67 entidades a nivel nacional que regula ASFI (entre bancos, entidades financieras del estado, entidades financieras de vivienda, instituciones financieras de desarrollo y cooperativas), muchas de ellas con presencia activa en áreas rurales. Reconoció los avances logrados desde los años noventa gracias al apoyo internacional, pero advirtió que el crecimiento sostenido del sector, pese a crisis como la pandemia o los problemas cambiarios requiere un nuevo impulso, con prioridad en la educación financiera y el reconocimiento del cooperativismo como un modelo empresarial legítimo dentro de la economía plural boliviana, basado en principios de solidaridad, ayuda mutua y transparencia.
Finalmente, los participantes coincidieron en que, para que las cooperativas sigan siendo motores de inclusión y desarrollo, es urgente mejorar el marco regulatorio diferenciando entre tipos de entidades, fortalecer la representación gremial del sector, incorporar tecnologías accesibles y sostenibles, e impulsar procesos de educación financiera en sectores populares, especialmente entre mujeres y jóvenes.
📺 Mira el conversatorio completo aquí:
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