La crisis provocada por la pandemia del Covid-19 ha revelado no solo la fragilidad de los sistemas sanitarios y de gobernanza global, sino también el agotamiento estructural del modelo económico rentista basado en la explotación petrolera, particularmente en países como el Ecuador. El documento sostiene que el colapso de los precios del petróleo y la profundización de crisis laborales, alimentarias y ambientales ponen en evidencia la inviabilidad de continuar con un patrón extractivista que ha predominado durante décadas. Frente a este escenario, el texto plantea la urgencia de construir una estrategia pos-petrolera y pos-extractivista orientada a la sustentabilidad productiva, la diversificación económica, el fortalecimiento de las agriculturas familiares y campesinas, y la articulación entre campo y ciudad, como ejes fundamentales para garantizar la reproducción de la vida, la equidad social y la preservación ambiental en el futuro del Ecuador.