Por: Juana Guari, IPDRS Amazonía
Del 26 al 29 de noviembre se llevó a cabo el Encuentro Mujeres y justicia climática, en el estado de Oaxaca, México, convocado por el Programa Regional de Participación Política Indígena (PPI) de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y que reunió a más de 30 mujeres indígenas, lideres y defensoras de Bolivia, Colombia, México, Guatemala, Ecuador, Perú y Salvador. Con el objetivo, de plasmar una agenda de mujeres, aportes al desarrollo de acciones, coherente en coordinación con diferentes organizaciones y propuestas. Las participantes coincidieron en que este tipo de espacios trascienden la lógica de un taller convencional, pues se transforman en encuentros vitales, donde se entrelazan historias personales, aprendizajes comunitarios y la fuerza colectiva de mujeres que enfrentan desafíos similares desde contextos distintos.
El primer día realizamos un ritual de bienvenida con todas las compañeras. El ritual nos enseñó a agradecer por la vida, la tierra, el sol, el aire que respiramos; y además, algo importante fue el mensaje de aprendizaje de recordar a nuestros abuelos, abuelas y ancestros que nos dejaron enseñanzas y respeto por la vida y la Naturaleza.
Posteriormente, la compañera de Guatemala, Anny Ventura Puac, mujer maya que fortalece la identidad, los derechos y el bienestar de los niños, mujeres y adolescentes, nos compartió una presentación sobre Justicia Climática en los pueblos indígenas y comunidades. Se trató de un tema complejo y que comenzó con la pregunta: ¿cómo está la justicia climática desde afuera? Formamos grupos de trabajo de cinco personas, para plantear ejemplos de cómo ven desde fuera la justicia climática, ¿quiénes hablan sobre esto? Se presentaron ejemplos como la protección social, esencial para la justicia climática en los pequeños países en vías de desarrollo; y además, se habló sobre la necesidad de que los Estados prevengan daños climáticos, con la observación de instancias como la Corte Internacional de Justicia. Se explicó que la justicia climática desde la perspectiva de las comunidades o pueblos, podría articularse al sistema de normas y valores, procedimientos propios, a través de autoridades electas. La justicia desde los pueblos más allá de las normas jurídicas y se entiende en el sentido común para resolver los problemas cotidianos, internos, o de agentes externos a las comunidades.
Después de la presentación, continuamos con las mesas de experiencias de mujeres en América Latina. Viviana Chara, mujer afrocolombiana, trabajadora social y abogada, defiende los derechos territoriales de las comunidades étnicas, promoviendo la formalización de la tierra. Comentó sobre su historia personal, del proceso de formación y el restablecimiento de derechos de familias víctimas del conflicto armado en Colombia. La hermana Lucía Escobar, mujer guatemalteca periodista, escritora y gestora cultural, de Guatemala comentó sobre el proceso trabajo con más de dos décadas en periodismo independiente. Olga Marina Umul, mujer que trabaja por la protección del territorio, compartió su historia de lucha y formación como defensora de derechos ambientales y activista en derechos humanos de las mujeres y de los pueblos indígenas, que ahora también enseña a su hija a defender los derechos de las mujeres.
Por la tarde, también aprendimos sobre el rol de la ciencia en la transformación social, tema que nos presentó Mabel Gisela Torrez, mujer afrocolombiana, científica e innovadora social por la conservación de ecosistema. El rol de la ciencia en la transformación social nos llevó a reconocer la importancia de los conocimientos, de la sabiduría ancestral, que permite el enfoque interseccional; es decir, poner el foco en la esencia, para así dar sentido a todo, por ejemplo, desde el recuerdo de los momentos más hermosos de la niñez o adolescencia. ¿Cómo se relacionan esos momentos con lo que hacen ahora? ¿Somos felices con lo que hacemos? Si bien existen problemas en los territorios, también tenemos los activos locales que se llaman, cultura, biodiversidad y conocimiento ancestral que resguardan nuestra salud y seguridad alimentaria.
El día 28 de diciembre, la joven colombiana Gunna Chaparro, mujer arahuaca de la sierra nevada de Santa Marta trabaja para visibilizar su comunidad y fortalecer su identidad e incidencia política,facilitó el tema de la Justicia climática y pueblos indígenas, desde la experiencia de la Sierra Nevada de Santa Marta (Niwi umunukuna) y sus esfuerzos por dignificar las luchas del territorio, cuyos objetivos fueron posesionar, visibilizar y ampliar el mensaje. Se trata de una de las culturas más conservadas pese al permanente relacionamiento con el resto de la sociedad y tener una población reducida, mantienen su representación directa como un gran desafío.
Erika Mora, mujer mexicana, periodista especializada en justicia y derechos humanos, cuenta historia que muestran el impacto de la justicia en la vida de las personas, facilitó un taller sobre estrategias narrativas para la justicia climática desde los pueblos y comunidades. Al considerar la narrativa como estratégica, se debe considerar que los objetivos son atraer las emociones y proponer un nuevo orden a los hechos; así, la estructura de la narrativa tiene un final abierto y muestra una visión del mundo.
Contar una historia es enfocarse en la experiencia de una persona o del ser que se está protegiendo, por ejemplo, un rio, un lago o un bosque. En la narrativa puede haber espacios vacíos estratégicos, para dar espacio para que la audiencia refleje sus propios valores en la historia y llegue a su propia conclusión. De lo que se trata es de pintar una imagen mental, usar lenguaje visual y tangible. Erika se refirió a algunas herramientas periodísticas como la investigación y creación, análisis y optimización de noticias.
Continuamos con las historias que inspiran, cuatro mujeres luchadoras contaron sus experiencias territoriales. Liliana Hernández, mujer indígena guanana Katiria Majsa de Mitú, Vaupés, habló de su formación como líder comunitaria y juvenil, que fortalece procesos sociales y políticos, promoviendo derechos de la juventud y mujeres indígenas. Inés Josseline Guaman, mujer indígena Kichwa – Kañari de Gampalá y Gun Chico Canton suscal de ecuador, comentó sobre su formación como abogada y maestra en derecho constitucional, activista en derechos humanos y educación y derecho sobre pluralismo. Brenda Leticia Saloj, mujer Maya Kadchikel de solola, activista en derechos humanos educación, liderazgo, equidad, justicia ambiental y climática y asesora de los pueblos indígenas ha representado a Guatemala en el Foro Global de juventudes indígenas en Roma. Desde Bolivia, nuestra compañera Juana Guari, subcoordinadora del IPDRS Amazonía, mujer indígena tacana de la comunidad Sinaí que lucha día a día para salir adelante, participó de proyectos con comunidades indígenas y campesinas fortaleciendo los derechos de las mujeres y el desarrollo territorial. En ese proceso, “me insta a enfrentar y luchar por la justicia climática en mi comunidad y me asumo como líder de mujeres para unir fuerzas y defender el territorio”.
A lo largo de las jornadas, se abordó aspectos como los mecanismos de protección respecto al impacto del cambio climático en los territorios indígenas, la importancia de integrar el enfoque de género en los procesos de toma de decisión, y los desafíos cotidianos que viven las defensoras en sus comunidades. El día 29 de noviembre, visitamos la comunidad Santa Catalina, que cuenta con emprendimientos hídricos, en realidad, diría que ‘siembran agua’ porque construyen colectivamente pozas de agua para sus cultivos y animales. Algo muy importante es que, en su río no permiten la minería y protegen con todas las fuerzas humanitarias y las autoridades los bienes comunales, todos unidos en defensa del territorio, porque cuando azota la sequía, las familias se ven obligadas a migrar. Por eso, para la comunidad, el agua es el tesoro más preciado.
Las experiencias compartidas procedentes de la Amazonía, Mesoamérica y otros territorios expusieron realidades marcadas por amenazas comunes: la minería ilegal, la tala indiscriminada, los incendios provocados y la presencia de actores externos que vulneran los derechos colectivos de los pueblos indígenas y las mujeres, principalmente. Estos testimonios describieron problemas y formas de resistencia basadas en la organización, el conocimiento ancestral y la determinación de las mujeres que sostienen la vida en sus territorios.
El Encuentro dejó como principal aprendizaje la urgencia de fortalecer el liderazgo de las mujeres indígenas en los espacios políticos y técnicos, reconociendo su rol clave en la defensa del territorio y en la construcción de soluciones frente a la crisis climática. También reafirmó el valor de compartir desde la experiencia, las cicatrices y la memoria, generando vínculos que alimentan la esperanza y la acción colectiva. Para muchas de las asistentes, este espacio significó un abrazo entre luchas: una reafirmación de que la defensa de la vida y del territorio se sostiene con la fuerza profunda que emerge de las mujeres que hablan desde el corazón y actúan desde la dignidad.
