lunes 24 noviembre, 2025
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Micro-proyectos productivos y cambios en la vida de las mujeres del Norte amazónico de Bolivia

Asociación APAPLA, Comunidad Blanca Flor, IPDRS 2025

El Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), con el apoyo de MariaMarina Foundation (MMF), fortalece a las asociaciones locales de los municipios de Sena, San Lorenzo, Puerto Gonzalo Moreno y Riberalta. El objetivo es fortalecer las capacidades técnicas, organizativas y de gestión de estas asociaciones, especialmente de mujeres indígenas y campesinas, que lideran iniciativas productivas y comunitarias de manera autónoma y sostenible. Estos emprendimientos permiten a las mujeres generar ingresos, mejorar su economía y consolidar su liderazgo, promoviendo mejores condiciones de vida para las socias, sus familias y comunidades.

Actualmente, 12 asociaciones están viendo los beneficios de los microproyectos implementados. Sus iniciativas abarcan la artesanía, gastronomía, agricultura, y transformación de productos del bosque, con impactos positivos en la economía local, la soberanía alimentaria, la cohesión comunitaria y la preservación cultural.

1. Asociación de Mujeres Emprendedoras Artesanas (EINA), Comunidad Sinaí  
La asociación se fortaleció con semillas para la producción de hortalizas en huertas tradicionales. La producción de alimentos les permite sostener su trabajo artesanal en bisutería, tejidos y trajes típicos.

2. Asociación de Mujeres Empoderadas, Comunidad San Salvador   
Se establece una unidad productiva de panificación que se convierte en la principal fuente de ingresos de las socias. Gestionada por las propias mujeres, permite producir y vender pan de manera estable, complementando sus actividades de artesanía y alfarería y consolidando una microempresa comunitaria con impacto en toda la comunidad.

3. Asociación de Productores Agrícolas de Plátano (APAPLA), Comunidad Tumichucua
La diversificación agrícola con arroz y maíz responde a la pérdida de cultivos de plátano por inundaciones. Los cultivos de ciclo corto garantizan seguridad alimentaria e ingresos rápidos, reducen la dependencia del monocultivo y fortalecen la resiliencia de las familias. La asociación recibe insumos, asistencia técnica y apoyo en comercialización, recuperando su capacidad productiva.

4. Asociación Narashu, Comunidad Naranjal       
Se fortalece la producción de cosméticos naturales a partir de plantas medicinales y aceites esenciales locales. La capacitación, la mejora de procesos y empaque, y el desarrollo de estrategias de mercado permiten aumentar volumen y calidad, acceder a nuevos mercados y consolidar un emprendimiento sostenible en lo económico, social y ambiental.

5.Asociación de Mujeres Emprendedoras con Alas Propias (AMECAP), Localidad Sena        
La huerta comunitaria diversifica la producción, garantiza autoabastecimiento y genera ingresos adicionales para las socias. La capacitación en técnicas sostenibles y el manejo eficiente del terreno fortalecen la cohesión interna, la resiliencia organizativa y posicionan a AMECAP como referente de emprendimiento femenino.

6.Asociación de Productores Indígenas Tacanas (APITAP), Comunidad Anexo El Carmen    
El proyecto fortalece la producción agrícola y la organización de la comunidad Anexo El Carmen, promoviendo prácticas responsables frente a fenómenos climáticos adversos. Esto asegura ingresos sostenibles, mejora la seguridad alimentaria y valoriza el patrimonio cultural.

7.Asociación de Mujeres Productoras Gonzalo Moreno, Comunidad Gonzalo Moreno
La implementación de nuevas tecnologías y la capacitación en prácticas sostenibles aumentan la productividad y calidad del arroz. Las socias obtienen ingresos más estables y fortalecen su autonomía económica, mientras la comercialización directa y la colaboración interna aseguran la sostenibilidad de la asociación.

8. Asociación de Vivanderas “Las Delicias”, Localidad Sena   
La huerta comunitaria garantiza el autoabastecimiento de verduras frescas, mejora la calidad de los platos y reduce los costos de producción. Las socias diversifican sus ingresos, fortalecen la producción gastronómica local y consolidan a la asociación como referente de la identidad culinaria del municipio.

9. Asociación de Mujeres Artesanas Esse Ejja (MAEE), Comunidad Portachuelo Alto
Un taller equipado permite aumentar la producción de artesanías, bijutería y tejidos con productos del bosque. La capacitación y las estrategias de comercialización amplían mercados, incrementan ingresos y consolidan a MAEE como referente cultural, preservando técnicas ancestrales.

10. Asociación de Mujeres Artesanas Shapojjene Esse Ejja (MASHEE), Comunidad Portachuelo Bajo
La asociación fortalece su producción artesanal y valorización cultural, promoviendo la autonomía económica de las socias y preservando saberes tradicionales. La capacitación, la mejora de técnicas y la comercialización permiten diversificar productos, acceder a mercados locales y regionales y asegurar la continuidad de prácticas culturales sostenibles.

11. Asociación Las Shasha, Comunidad Monte Sinaí        
El taller de corte y confección permite a las socias aumentar la producción de vestimenta artesanal y trajes típicos, diversificar diseños y mejorar la calidad. La capacitación y la promoción de la identidad cultural consolidan a la asociación como referente local y generan ingresos, preservando tradiciones.

12. Asociación de Mujeres Productoras y Emprendedoras, Comunidad Villa Cotoca

La incorporación de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles en los cultivos de arroz, maíz, yuca y plátano aumenta la productividad, diversifica los cultivos y asegura ingresos justos para las socias. La comercialización directa, la capacitación y la organización fortalecen la autonomía económica y la seguridad alimentaria.

Los micro proyectos no solo fortalecen la economía local, sino que también generan cambios visibles en la vida diaria de las socias, como expresan estas experiencias personales:

Carmen Rosa Yujo Malale, residente en Blancaflor y socia de APAPLA, expresa gratitud al IPDRS por el apoyo constante. Define a la mujer como “el pilar fundamental en el hogar. La mujer es la que sabe qué hay y qué no hay, ¿no? Para echar a la olla”, destacando el papel crucial de las mujeres y alegrándose de que se las considere en los proyectos.

Comunidad Gonzalo Moreno, IPDRS 2025

Ana Isabel Vélez, de asociación de mujeres emprendedoras de Villa Cotoca, se une al proyecto agrícola (sembrando plátano, yuca, maíz y robos) porque las mujeres se sienten capaces de trabajar, afirmando: “nos sentimos capaces de trabajar por nosotras como mujeres emprendedoras”. Comparte su satisfacción, explicando que ahora tendrá recursos para su familia: “voy a tener ya para seguir adelante, vender eso y tener mis recursos para mi familia, para que no nos falte en mi hogar, no solo ayudar a mi marido, porque siempre nosotros como mujeres también tenemos esa capacidad para trabajar en eso”.

Jesús da Silva Ávila, de Blancaflor y miembro de la Asociación APAPLA, confirma que el apoyo del IPDRS con semillas de arroz y maíz motiva a las familias a volver a sembrar. Explica que, debido a la inflación y al aumento de precios, “nos ha motivado, a toda la familia a sembrar”. El objetivo actual es sentirse “muy motivados a sembrar para poder otra vez llegar a lo mismo, producir, para poder exportar, vender”.

Comunidad Villa Cotoca, IPDRS 2025

La iniciativa también ha generado un impacto positivo en nuevas competencias. Marel Juárez, presidenta de la Asociación de Mujeres Productoras de Villa Cotoca, agradece al equipo del IPDRS por enseñarles a gestionar la economía del hogar y administrar recursos. Destaca la importancia del trabajo artesanal como medio para cubrir necesidades domésticas y apoyar los estudios de los hijos. Además, la asociación Sasaha (que en tacana significa “flor”), formada por mujeres indígenas Tacana de Monte Sinaí, se enfoca en la artesanía y la producción de trajes típicos (tipoy, faldas y blusas), permitiendo a las madres evitar alquilar ropa para sus hijas y reducir así los gastos familiares.

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