miércoles 15 octubre, 2025
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Productor trabajando en un huerto agroecologico en Cochabamba, Bolivia

Lorenzo Soliz Tito, IPDRS

Desde el año 1979, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instituyó el Día Mundial de la Alimentación, cada 16 de octubre de conmemora este día “para concienciar sobre la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre y la malnutrición”.

Este año, en mensaje de la organización indica que los sistemas agroalimentarios se enfrentan a desafíos sin precedentes: conflictos, efectos del cambio climático, las crisis económicas y la creciente desigualdad, entre otros. Pero omite referirse a un tema tan crítico para la alimentación segura y saludable, cual es el incremento del uso de plaguicidas químicos en la producción de alimentos a nivel global, y especialmente en el sur global y sus efectos socioambientales. Otros actores igualmente omitirán hablar del tema.

El volumen de pesticidas utilizados en la producción de alimentos se incrementó a nivel global un 80% de 1990 al 2017, según una investigación de Amigos de la Tierra, la fundación Heinrich-Böll-Stiftung y Pesticide Action Network (PAN)[1]. En Sudamérica se aplicaba unas 770.000 toneladas en 2020, un 119% más que al inicio del siglo XXI. En África, el mismo año se registró 105.000 toneladas, un incremento del 67%.

Un reciente estudio sobre Plaguicidas químicos de uso agrícola en países y territorios de la Comunidad Andina y el Mercosur, promovido por el IPDRS y el Programa TACSA[2], da cuenta del incremento del uso de plaguicidas en la última década.

Pese a las leyes y políticas, las restricciones y prohibiciones y los mecanismos de control, hay una alta utilización de plaguicidas, en general, y de los plaguicidas altamente peligrosos (PAP)[3], en particular.

De los 358 plaguicidas altamente peligrosos catalogados por Pesticide Action Network International (PAN)[4], en Argentina están aprobados y se utilizan corrientemente 126 (35%) de los 358 PAP; en Bolivia, 87 (24%); en Colombia, 79 (23%); en Paraguay 86 (24%), y en Perú 81 (22%).

Entre los PAP más utilizados están el glifosato, el paraquat, la atrazina y los neonicotinoides. Glifosato, es cancerígeno, problemas de infertilidad y ha sido asociado con la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo. Paraquat herbicida altamente tóxico. Puede causar daño pulmonar, hepático y renal en humanos. Atrazina altera el funcionamiento hormonal. Neonicotinoides sumamente tóxicos para las abejas. DDT, persiste en el medio ambiente (hasta 15 años), puede dañar al sistema nervioso, afectando la reproducción, problemas de desarrollo y cáncer. 

En volumen, entre 2018 y 2022 en Argentina se utilizaron 525.014 kg de plaguicidas de todos los tipos; en Bolivia, 96.435 Kg; en Colombia, 270.270 kg; en Paraguay, 83.032 kg, y en Perú, 53.424 kg.

Como se sabe los plaguicidas, y las semillas transgénicas, vienen aparejados de la ampliación de la frontera agrícola -ahora a base de incendios forestales-; despojo, privatización y extranjerización de tierras de pueblos indígenas y comunidades campesinas, y sus efectos socioambientales; negocio creciente de commodities y disminución de la agrobiodiversidad, entre otros.

La reducción y eliminación de plaguicidas, especialmente los PAP, de nuestros sistemas alimentarios es un enorme desafío por afrontar. El reciente estudio mencionado, incluye casos de territorios de resistencia al uso de los plaguicidas, ejemplos dignos de defensa de territorios y construcción de sistemas alimentarios, verdaderamente saludables y seguros, que nos pueden inspirar en este día mundial de la alimentación.


[1] https://www.tierra.org/wp-content/uploads/2023/04/Atlas-pesticidas-Amigos-Tierra.pdf

[2] El programa Transición hacia una Agroecología Campesina al Servicio de la Soberanía Alimentaria (TACSA) es implementado en territorios de Colombia, Perú y Bolivia.

[3] La FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han establecido que los PAP tienen efectos letales agudos, causan cáncer o anomalías genéticas, producen disfunciones en la fertilidad o causan daños en embriones o fetos; causan daños graves o irreversibles a la salud o al medioambiente en condiciones normales de uso, entre otros,

[4] Listado de PAP a diciembre de 2024 https://pan-international.org/wp-content/uploads/PAN_HHP_List.pdf

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