martes 26 noviembre, 2024
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Vivian Palomequi en asamblea del BOCINAB, BOCINAB, 2024

En ocasión del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, compartiremos la experiencia de Vivian Palomequi Irina, quien recientemente ha asumido el cargo de Secretaria Ejecutiva de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos – FSUTCP, regional Vaca Díez – Beni. Vivian comenta que desde temprana edad ha venido destacándose en la vida dirigencial y es por eso que sus bases, especialmente las mujeres, la han respaldado y validado para asumir su actual cargo, aunque no ha sido, ni es, un trabajo fácil ya que cuestiona muchas prácticas machistas dentro de las organizaciones territoriales.

El Instituto Para el Desarrollo Rural de Sudamérica – IPDRS, así como muchas otras organizaciones, ha venido impulsando el fortalecimiento de los derechos de las mujeres indígenas, campesinas y rurales, además de promover iniciativas para fomentar su autonomía económica. Frente a esta situación, se esperaría que el empoderamiento de las luchas de las mujeres sea cada vez más visibilizado y respaldado, pero el machismo aún sigue impregnando muchas fibras del tejido social, más aún cuando se trata de mujeres asumiendo su lugar en la toma de decisiones.

El acoso dirigencial también es algo con lo que Vivian ha tenido que lidiar en su carrera sindical. El hecho de que una mujer ocupe un cargo de mayor responsabilidad amenaza muchas masculinidades frágiles que deciden ocultarse detrás de insultos y difamaciones con rasgos misóginos que ponen en tela de juicio la capacidad de una dirigenta. Sin embargo, la red de apoyo que las mujeres tejen a través de las vivencias diarias (re)producen el cuidado entre ellas, dejando claro que no se hablará mal de ninguna mujer, peor aún, sin su presencia. Este ímpetu es el que quiere rescatar Vivian para llevar a cabo una serie de talleres donde se fortalezcan lazos entre mujeres y se eduquen a los hombres, especialmente a los que (re)producen actitudes machistas.

Por otro lado, a toda esta compleja situación se suma el rol de cuidadoras que las mujeres tienen que aprender a asumir e involucrar en sus vidas. Vivian cuenta que cuando su hijo era pequeño, su vida dirigencial no era prioritaria, además tenía que lidiar con las expectativas sociales y tareas de cuidado del hogar. Es aquí donde el reconocimiento se vuelve crucial, puesto que los aportes hacia su comunidad generaron en Vivian y su pareja un cuestionamiento sobre la vida pública que ella podría y quería asumir.

Asamblea del BOCINAB, IPDRS, 2024

Con esto en mente, parece necesario que se reconozcan ciertas actitudes que podrían ser consideradas como avances en el desmontaje del sistema patriarcal que atraviesa todos los aspectos de nuestras vidas. El apoyo de una pareja masculina se vuelve imprescindible, en este caso para que Vivian continúe contribuyendo a su comunidad, sin embargo, debe practicarse desde la corresponsabilidad del cuidado, puesto que de poco sirve un apoyo verbal frente a las tareas no remuneradas del hogar, y peor aún de nada vale el apoyo si es que el cuidado del hogar termina recayendo en otra mujer, como generalmente pasa con las hijas.

Finalmente, Vivian nos comenta que los temas personales también afectan el desarrollo de sus actividades como dirigenta y, evidentemente, la dimensión afectiva personal también merece el mismo cuidado que la salud física. En ese entendido, Vivian comenta que el conocer sus derechos como mujer le ha ayudado a luchar contra las violencias, incluida la psicológica y verbal, además le ha ayudado a reproducir este conocimiento en su familia, con sus amistades y ahora asumiendo el compromiso de escalar toda esta lucha en la organización a la que representa.

Te invitamos a conocer a Vivian en el siguiente video:

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