viernes 1 agosto, 2025
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Yina Navi, Yerko Barba y Lorenzo Soliz, IPDRS Amazonía

José y Yerko Barba con la producción de frejol lista para cosechar, 26 de julio 2025 / IPDRS Amazonía

El año 2024 y el ciclo agrícola 2024-2025 fueron especialmente difíciles para muchas comunidades en el Norte Amazónico. Incendios forestales descontrolados arrasaron con sistemas productivos y bosques tradicionales de recolección en comunidades de Portachuelo Alto, Medio y Bajo, en Gonzalo Moreno, Las Piedras, Sinaí y San Salvador, solo para mencionar algunas.

Como si eso no fuera suficiente, las lluvias fueron intensas y hubo inundaciones en los meses de marzo y abril de este año, afectando áreas de cultivos que estaban en crecimiento.

“Yo perdí 2 hectáreas de plátano, arroz, maíz y yuca, estaba creciendo lindo, pero llegó la inundación y perdimos todo. Mire hasta donde llegó el agua, todavía se nota la marca de la altura que llegó”, muestra Luz María Otha, señalando un frondoso árbol donde quedó marcado el nivel del agua durante la inundación del rio Beni, en la comunidad Las Piedras. El nivel del agua bajó un poco, y luego volvió a subir afectando más áreas de cultivo de esta y otras comunidades en el mes de abril.

En la Comunidad San Salvador, el río Madre de Dios, se llevó una parte de los chacos. “Como setenta metros de chaco se llevó el agua en esta banda y lo mismo a la otra banda, el río se está ensanchando. Ahí se ve todavía las plantas de plátano caídos por el ensanche del río…” (Maria Beyuma).

Río Madre de Dios ensanchándose, a la altura de la Comunidad San Salvador, 30 de julio 2025 / IPDRS Amazonía

Al igual que las familias de estas dos señoras, al menos 179 familias de las comunidades antes mencionadas perdieron sus cultivos en diverso grado de afectación.

Hoy, al concluir el mes de julio, el nivel del agua en el rio Beni, es tan bajo que aparecen islas de arena al medio del río. Señal clara de deforestación y degradación de los bosques, que han disminuido su capacidad de recarga hídrica y retención del agua de lluvias. Y muchas áreas con cultivos, con suelos rajados por el intenso calor, que superó los 34° Centígrados los días 28 y 29 de julio.

En respuesta a las inundaciones de marzo y abril, se llevó a cabo una acción de recuperación de la capacidad productiva con familias indígenas y campesinas afectadas de las comunidades referidas donde el IPDRS tiene acción.

A casi tres meses de haber iniciado, hay avances, resultados, aprendizajes y nuevos desafíos.

“Ya cosechamos el frejol con la semilla que nos dieron, cosechamos once arrobas y todavía hay más para cosechar. Fue un salvavidas el proyecto para nuestra alimentación … y también recuperaremos semilla, porque con la inundación todo se fue…” (José Barba).

Shirley Barba Rossel con la producción de frejol ya cosechada, 28 de julio 2025.

“Yo sembré todas las semillas que nos dieron, sembré frejol, yuca y plátano combinado. También las hortalizas. Las lechugas he sembrado escalonado para cosechar de a poco y no que todo salga de una vez” (Juan Cartagena).

Juan Cartagena, productor de hortalizas, 29 de julio2025 / IPDRS Amazonía

“Aquí sembré una parte de la semilla de maíz, vea ya está creciendo, en un mes más ya habrá choclo y voy a guardar la semilla para sembrar nuevamente. La semilla de arroz y frejol lo he guardado porque ya no daba el tiempo, el calor volvió rápido. Así como está ahora, así mismo ya hacía calor. Si sembraba iba a fracasar nomás” (Janet Maio)

Al igual que la señora Janet, la señora Isabel Otha, muestra orgullosa su plantación de maíz, indicando que pronto va a entrar en producción. “Unas mil quinientas espigas vamos a cosechar de este chaco con la semilla que nos dieron del proyecto de emergencia. Eso es una gran ayuda para nuestra alimentación y también si queremos vender un poco”.

Luz María e Isabel Otha, en el maizal en crecimiento, 26 de julio 2025 / IPDRS Amazonía

Un aspecto que ahora preocupa a las familias es el intenso calor y la falta de lluvia de invierno. El 28 de julio y por solo dos días llegó el primer frente frio del sur (surazo) sin lluvia en la mayor parte del Norte Amazónico. También preocupa el ataque de plagas a las hortalizas en algunas comunidades, que deberá enfrentarse rápidamente.

Con avances importantes y desafíos aún por afrontar, las familias de comunidades indígenas y campesinas del Norte Amazónico de Bolivia, junto al IPDRS, continúan impulsando la implementación del proyecto de atención de emergencia, con el apoyo financiero de la MariaMarina Foundation.

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