Este libro llega a nosotros como un relámpago de revelación sobre el presente que vivimos, en que se despliega una crisis social y ambiental de grandes alcances. En estos momentos, el parlamento boliviano ha aprobado una ley que permitirá liquidar al parque nacional y territorio indígena del Isiboro Sécure, tipnis, cuyos pobladores se hallan movilizados y en emergencia, junto a otros sectores sociales a escala nacional. Pero la movilización indígena del tipnis só ... Leer más
Este libro llega a nosotros como un relámpago de revelación sobre el presente que vivimos, en que se despliega una crisis social y ambiental de grandes alcances. En estos momentos, el parlamento boliviano ha aprobado una ley que permitirá liquidar al parque nacional y territorio indígena del Isiboro Sécure, tipnis, cuyos pobladores se hallan movilizados y en emergencia, junto a otros sectores sociales a escala nacional. Pero la movilización indígena del tipnis sólo superficialmente se centra en una abstracción como la ley - la ley 180. Lxs compañerxs del tipnis exigen y demandan el cumplimiento no sólo de esta ley sino de la propia Constitución Política del Estado Plurinacional. Pero al lanzar su llamado a la resistencia y a la lucha, nos muestran ante todo otra ética, otra visión del mundo, otros modos de realizar el buen vivir y el bienestar común. El fondo de su accionar es el compromiso de sus comunidades, es decir un compromiso colectivo, que emana sobre todo de las mujeres, por reproducir su modo de vida y proteger su Casa Grande de la ambición foránea y de la ávida persecución de ganancias y de dinero. Sin embargo, el tipnis no sólo beneficia a sus habitantes sino también a los habitantes vallunos y altiplánicos, a las poblaciones urbanas, y a la región entera subcontinental, pues produce el oxígeno y la evapotranspiración necesarias para que todas y todos podamos gozar de un régimen de lluvias estable y predecible, de agua potable en las ciudades y pueblos, a la par que la selva absorbe cada vez con mayor dificultad el co2 que producimos. Ambos modos de vida y sus formas intermedias el urbano, el selvático y el rural andino no sólo se complementan, sino que participan de igual modo en las batallas políticas y de conocimiento que constituyen nuestro tejido social moderno, como sociedad y como nación.
Oponer estos dos modos de vida, entrelazados por las lluvias, el aire y la absorción de gases tóxicos, es no sólo un acto de ceguera antropocéntrica, sino también un acto de traición a la patria, pues sobre el tipnis se impondrá desde ahora el interés privado de capitalismos depredadores de diversa escala, y no la soberanía nacional. El libro de Carlos Walter Porto-Gonçalves nos muestra este proceso de renuncia a la soberanía, de parte de los estados de unasur, con gran claridad e inobjetable evidencia empírica. Amazonía: encrucijada civilizatoria