La diversidad de situaciones que atraviesan las juventudes rurales en Costa Rica evidencia la necesidad de políticas públicas diferenciadas que reconozcan sus trayectorias ocupacionales y los obstáculos estructurales que enfrentan al intentar construir proyectos de vida viables. La estratificación que ocurre desde el egreso de la educación primaria moldea oportunidades profundamente desiguales entre jóvenes asalariados, estudiantes a tiempo completo, trabajadoras d ... Leer más
La diversidad de situaciones que atraviesan las juventudes rurales en Costa Rica evidencia la necesidad de políticas públicas diferenciadas que reconozcan sus trayectorias ocupacionales y los obstáculos estructurales que enfrentan al intentar construir proyectos de vida viables. La estratificación que ocurre desde el egreso de la educación primaria moldea oportunidades profundamente desiguales entre jóvenes asalariados, estudiantes a tiempo completo, trabajadoras del hogar sin remuneración, trabajadores familiares y microempresarios, cuyas realidades requieren intervenciones específicas en educación, acceso a recursos productivos, orientación vocacional, protección de derechos laborales y fortalecimiento organizativo. Las propuestas de inclusión plantean articular redes interinstitucionales que sustituyan el enfoque adultocéntrico y reactivo por estrategias territoriales orientadas a potenciar el empleo de calidad, el emprendimiento rural, la formación técnica y la participación comunitaria. Bajo esta perspectiva, el diseño de políticas integrales debe permitir que las juventudes se reconozcan como actores estratégicos del desarrollo rural y no como grupos subordinados a dinámicas institucionales fragmentadas o desarticuladas.
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