Los territorios campesinos de la cuenca hidrográfica del río Paraguaçu, en el estado de Bahía, enfrentan un escenario creciente de conflictividad socioambiental derivado de la expansión del agronegocio y de una gestión hídrica que prioriza los intereses productivos por sobre el abastecimiento humano y la reproducción de las comunidades locales. La intensificación de monocultivos irrigados, la construcción de represas y la débil aplicación de los instrumentos de planificación y control del uso del agua han generado episodios recurrentes de colapso hídrico, afectando gravemente a pequeños agricultores, asentamientos rurales, comunidades tradicionales y poblaciones ribereñas. En este contexto, la captura de las instancias de gestión por parte de grandes emprendimientos agroindustriales profundiza la desigualdad en el acceso a los recursos naturales y vulnera derechos consuetudinarios, culturales y territoriales. Frente a ello, se plantea la urgencia de una reorientación del rol del Estado y de la gestión participativa del territorio, que garantice el derecho al agua, la sostenibilidad ambiental y la continuidad de los modos de vida campesinos y tradicionales en la región.