La orientación política del nuevo gobierno brasileño plantea profundas preocupaciones en materia de política exterior y medioambiental, al relegar la protección del medio ambiente frente a intereses financieros y del agronegocio. En un contexto global marcado por la crisis climática, se advierte que la subordinación automática a agendas externas y el debilitamiento de los compromisos ambientales internacionales ignoran la responsabilidad estratégica que implica ... Leer más
La orientación política del nuevo gobierno brasileño plantea profundas preocupaciones en materia de política exterior y medioambiental, al relegar la protección del medio ambiente frente a intereses financieros y del agronegocio. En un contexto global marcado por la crisis climática, se advierte que la subordinación automática a agendas externas y el debilitamiento de los compromisos ambientales internacionales ignoran la responsabilidad estratégica que implica la condición tropical de Brasil y su soberanía sobre la Amazonía. La centralidad ecológica de la selva amazónica, su papel en el equilibrio climático regional y global, y el conocimiento ancestral de sus pueblos contrastan con una visión de desarrollo que prioriza la explotación de los recursos naturales. Frente a ello, se subraya la necesidad de una política soberana que articule compromiso ambiental, diversidad cultural y responsabilidad internacional, reconociendo el papel de Brasil como actor clave en la protección de la vida y del planeta.
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