La Ley 775 de Promoción de la Alimentación Saludable en Bolivia introduce una mirada innovadora al reconocer el papel central de la imagen en la construcción de hábitos alimentarios, patrones de consumo e identidades culturales, vinculando la alimentación con el derecho a la salud y la soberanía alimentaria. La regulación de la publicidad, el etiquetado y la representación visual de los alimentos busca desmontar asociaciones entre consumo, estatus y superioridad, ... Leer más
La Ley 775 de Promoción de la Alimentación Saludable en Bolivia introduce una mirada innovadora al reconocer el papel central de la imagen en la construcción de hábitos alimentarios, patrones de consumo e identidades culturales, vinculando la alimentación con el derecho a la salud y la soberanía alimentaria. La regulación de la publicidad, el etiquetado y la representación visual de los alimentos busca desmontar asociaciones entre consumo, estatus y superioridad, al tiempo que promueve prácticas alimentarias más saludables y coherentes con la diversidad productiva del país. Sin embargo, el énfasis en el consumo individual y en dispositivos visuales como el etiquetado enfrenta límites estructurales impuestos por el mercado, la transformación de los sistemas productivos y la estandarización estética de los alimentos. En conjunto, se plantea que la imagen puede contribuir a transformar imaginarios y prácticas alimentarias, pero solo tendrá un impacto real si se articula con cambios más profundos en los sistemas de producción, distribución y consumo que sostienen la seguridad y soberanía alimentaria.
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