El estudio sobre la juventud rural de Tierra Blanca, en Costa Rica, muestra que las trayectorias educativas y ocupacionales de los jóvenes están fuertemente determinadas desde el egreso de la primaria, generando una estratificación que configura oportunidades desiguales para su autonomía y desarrollo. Las tipologías identificadas —asalariados, estudiantes de tiempo completo, trabajadoras del hogar sin remuneración, trabajadores familiares y microempresarios— re ... Leer más
El estudio sobre la juventud rural de Tierra Blanca, en Costa Rica, muestra que las trayectorias educativas y ocupacionales de los jóvenes están fuertemente determinadas desde el egreso de la primaria, generando una estratificación que configura oportunidades desiguales para su autonomía y desarrollo. Las tipologías identificadas —asalariados, estudiantes de tiempo completo, trabajadoras del hogar sin remuneración, trabajadores familiares y microempresarios— revelan cómo factores familiares, socioculturales, productivos y educativos influyen en la permanencia escolar, el acceso a recursos productivos y la definición de proyectos de vida. Las mujeres enfrentan restricciones adicionales vinculadas al trabajo doméstico y a patrones tradicionales de género, mientras que muchos jóvenes, pese a aspirar a estudios superiores o emprendimientos propios, se ven limitados por falta de capital, baja escolaridad, costos productivos elevados y ausencia de políticas públicas diferenciadas para su segmento. Este panorama evidencia la necesidad de políticas integrales que reconozcan la heterogeneidad juvenil y apoyen la transición hacia proyectos de vida viables en contextos rurales.
Compártelo en tus redes sociales