La creciente participación de jóvenes aymaras y quechuas en los ayllus de Bolivia y Perú evidencia una transformación profunda en las estructuras comunitarias andinas, donde las nuevas generaciones asumen responsabilidades políticas antes reservadas exclusivamente a los adultos. Este proceso se nutre de cambios educativos, migratorios y culturales que han ampliado las capacidades organizativas y técnicas de la juventud rural, permitiéndole articular prácticas tra ... Leer más
La creciente participación de jóvenes aymaras y quechuas en los ayllus de Bolivia y Perú evidencia una transformación profunda en las estructuras comunitarias andinas, donde las nuevas generaciones asumen responsabilidades políticas antes reservadas exclusivamente a los adultos. Este proceso se nutre de cambios educativos, migratorios y culturales que han ampliado las capacidades organizativas y técnicas de la juventud rural, permitiéndole articular prácticas tradicionales con herramientas modernas sin perder su identidad colectiva. La presencia juvenil en cargos de autoridad, en asambleas y en movilizaciones sociales rompe patrones históricos —como la obligatoriedad de ser jaqi para ejercer liderazgo— y abre paso a dinámicas más horizontales dentro de las comunidades. Sin embargo, esta reconfiguración convive con tensiones generacionales y con la persistencia de desafíos vinculados al racismo estructural, la exclusión histórica y las disputas por el reconocimiento político indígena. La vitalidad de estas juventudes resulta central para proyectar el futuro de los ayllus y para la continuidad de las luchas andinas por autonomía, dignidad y justicia.
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