La construcción de un verdadero diálogo jurídico en Bolivia exige repensar la relación entre los distintos sistemas normativos desde una perspectiva que supere la subordinación monocultural y positivista del derecho. A partir del reconocimiento histórico de la coexistencia de múltiples matrices civilizatorias, se plantea que las nociones de interculturalidad jurídica e interlegalidad, tal como han sido aplicadas, han generado relaciones asimétricas que reproducen formas de dominación. Frente a ello, la complementariedad jurídica emerge como un principio y valor fundamental del Estado Plurinacional, orientado a articular de manera equilibrada los sistemas jurídicos occidental e indígena originario campesino. Este enfoque propone trascender la lógica del “tercero excluido”, promover la reciprocidad y el reconocimiento del otro como complementario, y avanzar hacia una administración del sistema judicial que incorpore valores comunitarios, restaurativos y participativos, como condición para una convivencia plural y equitativa.