La evolución de las elecciones municipales en los cantones rurales del Ecuador entre 2014 y 2019 evidencia el fin de la hegemonía progresista y la consolidación de un escenario político fragmentado, marcado por el debilitamiento de los partidos nacionales y el fortalecimiento de alianzas electorales de carácter local y regional. Este proceso refleja el tránsito hacia un ciclo neoliberal impulsado durante el gobierno de Lenín Moreno, así como la pérdida de cohesión del movimiento Alianza País, que había dominado la escena política durante la década anterior. Los resultados muestran una dispersión del voto, triunfos electorales con bajos porcentajes de adhesión y una creciente influencia de liderazgos locales, especialmente en territorios rurales. En conjunto, este panorama revela una reconfiguración del poder político en el Ecuador, donde predominan fuerzas regionales con alcance limitado y se profundiza la distancia entre proyectos nacionales y realidades territoriales.