La organización juvenil rural en Colombia se presenta como una respuesta colectiva frente a las condiciones estructurales de exclusión que limitan el acceso a la tierra, la educación y el trabajo digno en los territorios rurales. A partir de experiencias concretas como el Grupo Pijao en el sur del Tolima, el Comité de Jóvenes de la Asociación de Productores de Abonos Orgánicos PAOCOS y los procesos de relevo generacional en la finca San Luis, se evidencia el fortalecimiento del liderazgo juvenil, la reafirmación identitaria y el arraigo territorial mediante prácticas agroecológicas, formación educativa y organización comunitaria. Estas iniciativas demuestran que, pese a contextos adversos marcados por el conflicto armado, la pobreza rural y la ausencia de políticas públicas diferenciadas, los jóvenes desarrollan estrategias innovadoras para la permanencia en el campo y la defensa de sus territorios. En conjunto, estas experiencias constituyen referentes clave para la construcción de políticas de desarrollo rural y de paz que reconozcan a la juventud rural como un actor estratégico en la transformación social y territorial del país.