La autora examina el panorama político ecuatoriano tras la reelección de Rafael Correa, mostrando cómo la aparente estabilidad institucional convive con prácticas que restringen el pluralismo y concentran el poder en el oficialismo. A través de un repaso crítico de reformas electorales, irregularidades en la inscripción de partidos, uso de recursos estatales en campaña y el debilitamiento de la oposición, el texto plantea que el país enfrenta un escenario ambiv ... Leer más
La autora examina el panorama político ecuatoriano tras la reelección de Rafael Correa, mostrando cómo la aparente estabilidad institucional convive con prácticas que restringen el pluralismo y concentran el poder en el oficialismo. A través de un repaso crítico de reformas electorales, irregularidades en la inscripción de partidos, uso de recursos estatales en campaña y el debilitamiento de la oposición, el texto plantea que el país enfrenta un escenario ambivalente: por un lado, avances innegables en infraestructura y políticas sociales; por otro, riesgos crecientes para la calidad democrática, la vigencia de derechos y la autonomía de las instituciones. El análisis invita a cuestionar si este nuevo ciclo político representa un verdadero cambio o si, pese al discurso renovador, persisten viejas lógicas que impiden consolidar una política más responsable, transparente y orientada al bien común.
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