La agroecología se consolida en Sudamérica como una alternativa integral orientada al vivir bien, que articula dimensiones humanas, sociales, ambientales y espirituales, y se desarrolla en territorios atravesados por disputas políticas, económicas, ideológicas y ambientales. Su práctica, estrechamente vinculada a la agricultura familiar indígena y campesina, ha demostrado avances significativos en la producción de alimentos, la defensa de los territorios y la sos ... Leer más
La agroecología se consolida en Sudamérica como una alternativa integral orientada al vivir bien, que articula dimensiones humanas, sociales, ambientales y espirituales, y se desarrolla en territorios atravesados por disputas políticas, económicas, ideológicas y ambientales. Su práctica, estrechamente vinculada a la agricultura familiar indígena y campesina, ha demostrado avances significativos en la producción de alimentos, la defensa de los territorios y la sostenibilidad de las economías locales, especialmente en contextos de crisis como la pandemia y la actual incertidumbre alimentaria global. No obstante, persisten desafíos estructurales relacionados con el escalamiento territorial, la gobernanza, la limitada implementación de políticas públicas, el acceso a mercados justos, la presión del extractivismo y el agronegocio, los impactos del cambio climático, la incorporación de la juventud y la sobrecarga de trabajo de las mujeres rurales. Frente a este escenario, la consolidación de la agroecología requiere fortalecer alianzas sociales, renovar agendas de investigación, formación y acción política, y promover transformaciones estructurales que reconozcan su aporte estratégico a la soberanía alimentaria y al futuro sostenible de la región sudamericana.
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