La pandemia del Covid-19 y el proceso de desconfinamiento han puesto en evidencia, en el Ecuador, las profundas tensiones entre la reactivación económica y la protección de la vida, así como las limitaciones estructurales de un modelo neoliberal que prioriza el mercado por sobre el bienestar social. El documento analiza cómo, en el contexto de la llamada “nueva normalidad”, se reafirman políticas de flexibilización laboral, reducción del Estado y privatización, mientras persisten altos niveles de vulnerabilidad social y riesgo sanitario, especialmente en los sectores populares urbanos y rurales. Frente a este escenario, el texto subraya el papel estratégico de la agricultura campesina y familiar como pilar fundamental del abastecimiento alimentario y de la reproducción de la vida durante la emergencia, cuestionando el predominio de la agroexportación y de las supuestas ventajas comparativas. Finalmente, se plantea que la crisis abre una oportunidad para reorientar las políticas públicas hacia paradigmas de soberanía alimentaria, sustentabilidad y buen vivir, reconociendo el valor de las iniciativas comunitarias y solidarias que emergieron frente a la insuficiencia del Estado y del mercado.