Las iniciativas sudamericanas para mejorar la alimentación escolar evidencian un giro político y social que reconoce la nutrición infantil como un componente estratégico del desarrollo, impulsando reformas que buscan regular la oferta alimentaria en las escuelas y contrarrestar la expansión de la comida ultraprocesada. Países como Perú, Uruguay, Brasil, Ecuador, Chile, Argentina y Bolivia han adoptado normativas, programas y sistemas de etiquetado que restringen p ... Leer más
Las iniciativas sudamericanas para mejorar la alimentación escolar evidencian un giro político y social que reconoce la nutrición infantil como un componente estratégico del desarrollo, impulsando reformas que buscan regular la oferta alimentaria en las escuelas y contrarrestar la expansión de la comida ultraprocesada. Países como Perú, Uruguay, Brasil, Ecuador, Chile, Argentina y Bolivia han adoptado normativas, programas y sistemas de etiquetado que restringen productos dañinos, promueven la incorporación de alimentos saludables y articulan acciones entre ministerios de salud, educación y gobiernos locales, configurando un campo de política pública en expansión. Estas medidas —desde kioscos saludables y prohibiciones de venta hasta semáforos nutricionales y guías escolares— reflejan intentos por modificar prácticas alimentarias arraigadas y responder al incremento del sobrepeso y la obesidad infantil, sin dejar de lado la necesidad de integrar enfoques socioculturales que reconozcan el papel de las familias y del entorno comunitario. El texto subraya que, aunque los avances son significativos, persiste el desafío de fortalecer la educación alimentaria, regular la publicidad dirigida a niños y promover preparaciones locales que permitan anclar estos esfuerzos en una cultura nutricional sostenible.
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