martes 27 agosto, 2024
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Tras un taller con jóvenes de la Nación Yaminawa, el pueblo Machineri, el pueblo Tacana y el pueblo Cavineño, la presentación del libro Núku xidipau – Cuentos Yaminawa, realizada en la sede de la Central Indígena de Mujeres Amazónicas de Pando – CIMAP inició con la puesta en escena del cuento “El lorito y el fuego”, que muestra la disputa por los bienes naturales resuelta por la decidida estrategia de unas aves, por colectivizar el fuego entre las y los humanos. Este juego metafórico es un ancla territorial que sirve de enfoque al proyecto Justicia climática para sociedades más equitativas e inclusivas en América Latina, que implementa el IPDRS con el apoyo de Oxfam, en la Amazonía boliviana. 

La presentación del libro contó con la presencia de la autora principal, Mariana Rodríguez, coordinadora del Instituto de la Lengua Yaminawa, y la editora Ara Goudsmit, investigadora y escritora. Además, en la apertura y reflexión participó don Manuel Rodríguez, padre de Mariana e histórico dirigente y fundador de la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando – CIPOAP.  

Además de los jóvenes de diferentes pueblos indígenas, participaron una treintena de jóvenes de la Escuela Superior de Formación de Maestros – ESFM del Cobija, Pando. Los jóvenes normalistas interesados en el libro que publicó su docente, Mariana Rodríguez, pudieron apreciar la puesta en escena del cuento “El lorito y el fuego” y la narración de otros dos cuentos. Además, pudieron escuchar las reflexiones de las autoras y compartieron algunos criterios sobre la oralidad y la importancia de comprender la clave metafórica de los aprendizajes que trasmiten los cuentos.

El libro Núku xidipau – Cuentos Yaminawa contiene 11 cuentos que los abuelos de Mariana le contaron en la niñez. Se trata de narraciones cortas, pero complejas por la atmosfera que convocan, el ritmo y sonidos que requieren par cumplir con sus objetivos pedagógicos y de entretenimiento. La memoria que se activa en la narración no sólo se remite a la reiteración de secuencias que hacían los abuelos de Mariana, sino a una serie de metáforas, figuras y significados recargados en la historia del pueblo yaminawa, una comprensión del territorio y sus seres que nos convoca a una mejor relación y diálogo con la Naturaleza.

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