El informe sistematiza un diagnóstico participativo de los sistemas alimentarios en la Amazonía Norte y el Chaco boliviano para comprender cómo la crisis económica y el cambio climático afectan la producción, el consumo y la comercialización. El estudio combina encuestas (76 personas), entrevistas y observación directa en municipios y capitanías seleccionadas. En el Chaco predomina una orientación al autoconsumo que mitiga parcialmente la inflación, pero la re ... Leer más
El informe sistematiza un diagnóstico participativo de los sistemas alimentarios en la Amazonía Norte y el Chaco boliviano para comprender cómo la crisis económica y el cambio climático afectan la producción, el consumo y la comercialización. El estudio combina encuestas (76 personas), entrevistas y observación directa en municipios y capitanías seleccionadas. En el Chaco predomina una orientación al autoconsumo que mitiga parcialmente la inflación, pero la región es muy vulnerable a la escasez hídrica y a precios de compra “injustos” en mercados dispersos. En la Amazonía hay mayor dependencia de mercados locales y de la logística de transporte, lo que amplifica el impacto del alza de precios; al mismo tiempo, se observa mayor protagonismo femenino y una población productiva más joven, con potencial de innovación. Las ferias son claves en ambas regiones, pero persisten barreras: en el Chaco el principal obstáculo es el precio, y en la Amazonía, el transporte. El consumo de alimentos frescos es más frecuente en la Amazonía, aunque también es mayor la exposición a bebidas azucaradas y ultraprocesados; en el Chaco la dieta es menos industrializada, pero con baja ingesta de frutas y verduras. El informe recomienda políticas diferenciadas: gestión de agua y precios justos en el Chaco; fortalecimiento del autoconsumo y de la infraestructura logística en la Amazonía.
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