La región transfronteriza entre Brasil y Bolivia sufre la mayor inundación de la historia para este año 2024. La capital pandina que está en la parte baja con sólo 170 metros sobre el nivel del mar, ha sido la que ha sufrido el mayor golpe de impacto por la crecida del río Acre.
Las inundaciones registradas nos muestran que para el año 2012 el nivel del río llegó a los 13 metros, el 2015 llegó a los 15 metros, el 2023 el nivel fue de 12,99 metros y el 2024 estuvo a los 15,83 metros, superando drásticamente la del 2015.
La cuenca de río Acre que abarca Perú, Brasil y Bolivia, que nace en Perú, se extiende por Brasil y tiene su parte más baja en la capital pandina de Bolivia, durante las últimas seis décadas ha registrado una pérdida de 40.399 hectáreas de bosque, lo que equivale a un 26% de su cobertura boscosa sólo en el lado boliviano, en el lado brasileño se sabe que su afectación es mucho mayor.
La afectación que ha sufrido la región transfronteriza, tiene explicaciones por estos fenómenos, principalmente de origen antrópicos, la eliminación de bosques ribereños que sirven como protección natural están siendo eliminado; de hecho, este escenario de deforestación es más fuerte en el lado brasileño, y como es una cuenca nacional de lo que repercute en otro país nos afecta directamente a los que viven en la zona más baja.
La vegetación que cumple un rol fundamental en la capacidad de retención de agua, como la infiltración de agua al suelo y su liberación gradual durante el resto del año, este no cumple la misma función en área deforestadas, la compactación resultado de un suelo desprotegido hace que el agua escurra sobre la superficie, erosionando y arrastrando el poco humus acumulado por los árboles para nuestros suelos.
Todo esto afecta en el caudal de la cuenca provocando estas inundaciones cada año con más intensidad. ¿Realmente aprenderemos de todo esto?