¡Qué rico es comer! Más aún cuando se hace en buena compañía y lo que nos llevamos a la boca nos alimenta y proviene del trabajo en la buena tierra. Alrededor de la comida crecen las familias, los amores, las costumbres y las historias. En el Chaco boliviano, cuando el fogón crepita con su canto de fuego y humo nos está llamando a comer en comunidad. Cocinar es necesidad, responsabilidad, creatividad y un gusto, pero también es un trabajo, generalmente a cargo d ... Leer más
¡Qué rico es comer! Más aún cuando se hace en buena compañía y lo que nos llevamos a la boca nos alimenta y proviene del trabajo en la buena tierra. Alrededor de la comida crecen las familias, los amores, las costumbres y las historias. En el Chaco boliviano, cuando el fogón crepita con su canto de fuego y humo nos está llamando a comer en comunidad. Cocinar es necesidad, responsabilidad, creatividad y un gusto, pero también es un trabajo, generalmente a cargo de las mujeres, que no siempre se reconoce
en su verdadera dimensión.
Por todo eso, mujeres y hombres de comunidades de la región chaqueña y del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), realizaron este inventario de la gastronomía guaraní chaqueña. Un trabajo en equipo de quienes a lo largo de un año gestionaron diversos eventos relacionados con la identificación y valoración de productos, alimentos y espacios de preparación y venta de comida en la región. De ese modo, se combinaron cursos de gastronomía, investigación y recopilación de recetas regionales con la experimentación de combinaciones novedosas y la participación en ferias para vender diversos platos.
El catálogo y recetario de comida regional chaqueña refleja en parte las vivencias de ese proceso para compartirlas con ustedes, quienes lo tengan entre sus manos y descubran que el Chaco boliviano con sus poblaciones indígenas, criollas y migrantes tiene sus propias rutas de sabores para revelar y disfrutar: un círculo positivo como el ciclo de la vida.
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