El acceso a la tierra y el territorio en Argentina durante 2020 se desarrolló en un contexto marcado por una profunda crisis económica y sanitaria, en el que, pese al cambio de gobierno y a ciertos gestos favorables hacia la agricultura familiar, campesina e indígena, se mantuvo la centralidad del modelo extractivo como eje del desarrollo. La pandemia de COVID-19 agravó las desigualdades estructurales y visibilizó la persistencia de conflictos territoriales vinculad ... Leer más
El acceso a la tierra y el territorio en Argentina durante 2020 se desarrolló en un contexto marcado por una profunda crisis económica y sanitaria, en el que, pese al cambio de gobierno y a ciertos gestos favorables hacia la agricultura familiar, campesina e indígena, se mantuvo la centralidad del modelo extractivo como eje del desarrollo. La pandemia de COVID-19 agravó las desigualdades estructurales y visibilizó la persistencia de conflictos territoriales vinculados al agronegocio, la megaminería, la explotación hidrocarburífera y el uso intensivo de agrotóxicos, afectando de manera diferenciada a comunidades indígenas y rurales en diversas provincias del país. Frente a este escenario, se registraron avances puntuales en procesos de titulación y reconocimiento territorial, así como una intensificación de las acciones colectivas, redes de comercialización solidaria y movilizaciones campesinas e indígenas que cuestionan el modelo dominante y proponen alternativas basadas en la soberanía alimentaria, la defensa de los bienes comunes y la construcción de marcos normativos orientados a garantizar derechos territoriales y ambientales.
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