La juventud rural en Colombia enfrenta condiciones estructurales adversas que limitan su acceso a la tierra y dificultan su permanencia en los territorios, a pesar de constituir un sector clave para el relevo generacional y la sostenibilidad del campo. La ausencia histórica de políticas públicas diferenciadas, sumada a la pobreza rural, la falta de servicios básicos, la precariedad laboral, las brechas educativas y los efectos del conflicto armado, ha impulsado una m ... Leer más
La juventud rural en Colombia enfrenta condiciones estructurales adversas que limitan su acceso a la tierra y dificultan su permanencia en los territorios, a pesar de constituir un sector clave para el relevo generacional y la sostenibilidad del campo. La ausencia histórica de políticas públicas diferenciadas, sumada a la pobreza rural, la falta de servicios básicos, la precariedad laboral, las brechas educativas y los efectos del conflicto armado, ha impulsado una migración constante de jóvenes hacia las ciudades, acentuando el envejecimiento de la población rural. Aunque existen programas estatales orientados a la formación y el emprendimiento juvenil, estos resultan insuficientes y fragmentados frente a la magnitud del problema, ya que no garantizan transformaciones estructurales ni acceso efectivo a la propiedad de la tierra. En este contexto, los acuerdos de paz abren una oportunidad para incorporar enfoques diferenciales en educación y desarrollo rural, reconociendo a la juventud rural como un actor estratégico para la reconstrucción social, productiva y territorial del país.
Compártelo en tus redes sociales