Impulsar un proceso de agroecología articulado entre diversos pueblos y organizaciones rurales implica reconocer, más allá de los desafíos organizativos, tres dimensiones fundamentales: que la producción agroecológica constituye una alternativa viable frente al modelo extractivo dominante; que dicha transición solo puede consolidarse desde redes territoriales que compartan saberes, prácticas solidarias y mercados propios; y que el fortalecimiento comunitario, sus ... Leer más
Impulsar un proceso de agroecología articulado entre diversos pueblos y organizaciones rurales implica reconocer, más allá de los desafíos organizativos, tres dimensiones fundamentales: que la producción agroecológica constituye una alternativa viable frente al modelo extractivo dominante; que dicha transición solo puede consolidarse desde redes territoriales que compartan saberes, prácticas solidarias y mercados propios; y que el fortalecimiento comunitario, sustentado en la cosmovisión andina, puede transformar sistemas productivos y alimentarios a escala local y regional. La experiencia de la Red Agroecológica Loja demuestra que la integración entre productores, organizaciones campesinas, instituciones públicas y cooperación internacional no solo valida tecnologías y prácticas agroecológicas, sino que genera estructuras autónomas de gestión, incrementa ingresos familiares, profundiza la solidaridad y consolida un modelo de vida sustentado en el Buen Vivir, el Buen Comer y el Bien Hacer.
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