Las desigualdades de género en el acceso a la tierra en Sudamérica persisten porque las estructuras agrarias, los marcos institucionales y las políticas comerciales continúan favoreciendo a los sectores vinculados a la agroexportación, dejando en desventaja a las mujeres rurales. El documento muestra que, aun en contextos donde existen medidas de acción afirmativa, los sistemas censales, los criterios de titularidad y la organización de los mercados reproducen patrones históricos que invisibilizan la participación de las mujeres en la producción y en la gestión de los recursos. Al situar la problemática en el ámbito del MERCOSUR ampliado, se evidencia que la tierra opera simultáneamente como patrimonio económico, cultural y social, y que su distribución desigual limita proyectos de desarrollo rural más democráticos. Integrar el enfoque de género como principio estructural en las políticas y estadísticas agrarias se plantea como condición indispensable para avanzar hacia modelos que garanticen igualdad efectiva en el acceso y control de la tierra.