Pensar el turismo indígena y comunitario como alternativa de desarrollo supone reconocer que este modelo va más allá del simple aprovechamiento turístico: descansa en la capacidad de los pueblos originarios para gestionar sus territorios y traducir su identidad en una propuesta económica sostenible. Este enfoque parte de varios supuestos exigentes: que las comunidades pueden construir modelos propios de gestión turística, que la demanda internacional continuará b ... Leer más
Pensar el turismo indígena y comunitario como alternativa de desarrollo supone reconocer que este modelo va más allá del simple aprovechamiento turístico: descansa en la capacidad de los pueblos originarios para gestionar sus territorios y traducir su identidad en una propuesta económica sostenible. Este enfoque parte de varios supuestos exigentes: que las comunidades pueden construir modelos propios de gestión turística, que la demanda internacional continuará buscando experiencias culturales auténticas, y que los Estados garantizarán normas y políticas que fortalezcan estos procesos. El desafío es convertir esta promesa - cultural, territorial y económica - en una estrategia sostenible capaz de combatir la pobreza y posicionar un desarrollo con identidad desde los territorios indígenas.
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