Plantear un nuevo ciclo de reformas agrarias en América Latina supone reconocer que el tema sigue siendo una tarea pendiente, pese a los avances políticos recientes. La región enfrenta hoy presiones distintas - crisis alimentaria y energética, aumento del valor de la tierra y nuevas dinámicas rurales - que exigen algo más que el viejo discurso de los años 50 y 60. El desafío está en transformar la reforma agraria en una política realmente productiva, capaz de m ... Leer más
Plantear un nuevo ciclo de reformas agrarias en América Latina supone reconocer que el tema sigue siendo una tarea pendiente, pese a los avances políticos recientes. La región enfrenta hoy presiones distintas - crisis alimentaria y energética, aumento del valor de la tierra y nuevas dinámicas rurales - que exigen algo más que el viejo discurso de los años 50 y 60. El desafío está en transformar la reforma agraria en una política realmente productiva, capaz de mejorar la competitividad, asegurar derechos de propiedad y fortalecer la seguridad alimentaria. Mientras el debate permanezca centrado en lo político y no en lo económico-productivo, las reformas corren el riesgo de convertirse, una vez más, en una promesa incumplida para las mayorías rurales.
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